Alina se despojó del disfraz
de Gatúbela, entallado a su cuerpo. Impotente, con los ojos anegados de
lágrimas y tristeza, recordó su plan de conquista, que pensaba poner en
práctica en la fiesta de carnaval del Gym. ¡Este no había surtido efecto!
Julián, su amor platónico, solo tenía ojos para Nadia, a quién todos
consideraban tan poquita cosa, regordeta, pelo corto y "feíta". ¡Pero
así es Cupido! Su flecha va dirigida a cualquier desprevenido y no se detiene
hasta conseguir su objetivo: ver sangrar el corazón. Alina recordó el refrán de
su abuela, cuando le decía: “la suerte de la fea, la bonita la desea”.
Nancy Aguilar Quintero
Publicado
en EL NARRATORIO, ANTOLOGÍA LITERARIA DIGITAL N° 13,
Edición Especial de marzo 2017 #carnavales de cuento

No hay comentarios:
Publicar un comentario