Delia Rosa y sus 95 primaveras
Eres la luz fulgurante
Del faro en la inmensidad.
Eres brisa mañanera
Que calma la tempestad.
Mujer muy culta y tenaz
De virtudes sin igual
En tu largo recorrido
Por esos mundos de Dios.
Nos has dejado un legado
Que es toda una bendición.
Teniendo siempre a tu lado
A quien fue tu gran amor
Jesús Antonio, tu esposo
Ese si fue un gran señor.
Ya que juntos construyeron
Con esfuerzo y con tesón
Patrimonio perdurable
De principios y de honor
Ocho hijos bien criados
Orgullo de vuestra unión.
En nuestra humilde morada
Acogedora y sencilla
Donde siempre al visitante
Se le dio abrigo y comida-
Hoy me siento agradecida
Y doy loas a mi Dios
De tenerte como madre
¡Delia Rosa, Bendición!
Tu hija Nancy.
31 de enero de 2015