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lunes, 26 de octubre de 2015

NOSTALGIA

Mi pensamiento vuela
y se pierde en la bruma
del recuerdo.
Conciliar el presente
y el pasado ahogando las penas,
alegrías y tristezas,
dentro de un futuro incierto.
Clamando, buscando
esa esperanza que creíamos
perdida, pero que nunca se fue.
Esta allí todavía,
alimentándose de vivencias.
Pero detente, no te enfades,
deja que la vida fluya,
como el agua apacible
entre las rocas, como la
brisa que le susurra al oído
esas palabras preciosas
de mundos desconocidos,
ignotos, en un constante presente
dentro de mi pensamiento.
Marzo, 2010




domingo, 25 de octubre de 2015

REMEMBRANZA

Aquel personaje
de mi infancia lejos
con saco raído,
verde y harapiento
que va por la calle
contando mil cuentos
de cuando hace mucho
otrora en el tiempo
viajo por los mares,
conoció mil puertos,
y un amor recuerda
que con saña y furia
 un puñal certero
le clavo en el pecho.

Aquel personaje
triste y macilento
de mis sueños puros,
infantiles, tiernos,
fue el terror por años
que agitaba el pecho
 con solo mirarlo
aunque sea de lejos.

Un día en la plaza
con otros chiquillos
correteando alegres
por la amplia calzada
hasta caer exhaustos
en el amplio suelo,
tropecé con algo
que mal no recuerdo,
cuando siento que alguien
fornido y atento
me levanta al vuelo
sin que pueda yo
resistirme al hecho.

Lanzo un grito,
que más parecía
un aullido, un lamento.
Siento en mi mejilla
un beso muy tierno
y con una mano
me acaricia el pelo.

Cierro mis ojitos
y a la Virgencita
me encomiendo presto,
y cuando los abro
veo en aquel rostro
arrugado y viejo
dos lagrimas gruesas
que le van cayendo
y un sollozo agudo
le salía del pecho.
nancy aguilar quintero
Febrero 2014
foto: sebastian wussow



martes, 20 de octubre de 2015


DELIA ROSA Y SUS NOVENTA Y DOS

Has trazado con tu andar
diligente y elegante
unas huellas imborrables
que  en el tiempo han perdurado
Intuitiva y perspicaz
has recorrido un gran trecho
has luchado con la vida
con una fe inquebrantable
¡Bendición madre querida!

Sin desviarte del camino
diste todo por tu hogar
por tus padres, por tus hijos
luchando a brazo partido
junto a  tu esposo querido
Sinsabores y tristezas,
alegrías y sonrisas
hoy tienes tu recompensa
de ver tu familia unida
luchando como tú hiciste
¡Bendición madre querida!

Hoy cumples noventa y dos
y nuestro orgullo es tan grande,
que  clamamos con amor,
con ternura y  devoción,
pidiéndote Delia Rosa
que  nos des tu bendición.

Maracaibo, 31 de enero de 2012


viernes, 9 de octubre de 2015


BIENVENIDA SOPHIA VIRGINIA(acrostico a mi nieta)

Soberana princesita
Orgullo de tu papá
Prenda adorada de mami
Hermosa eres sin igual
Inquieta y muy menudita
Amada por tu abuelita, que
Viéndote tan preciosa,
Inteligente y graciosa
Radiante como una luz, le da
Gracias al Creador y le pide con fervor
Infinitas bendiciones por
Nacer en este hogar y en este
Instante bendito y pide a los
Angelitos su protección sin parar.

Maracaibo, 06/03/2010


jueves, 8 de octubre de 2015

MARGINADOS

Abel José nació no sé qué día de un mes cualquiera. Cuando lo vi por primera vez, tuve que mirarlo dos veces para saber si era niño o niña. Era tanta la confusión con su vestimenta “unisex”, un pantaloncito corto azul y una franelita muy desteñida. Estaba parado al lado de la ventanilla de mi auto y me miraba con sus inmensos ojos grises y su carita sucia, muy sucia y su cabello corto enmarañado. Lo mire con lastima, saque una moneda y la puse en su mano rápidamente con temor a que me contagiara. Apenas escuche un “gracias señorita”. Después pensé, ¿de qué me podría contagiar? porque en verdad no parecía enfermo. Si contara esto a mis amistades y compañeros de trabajo, no lo creerían. Yo tan mundana, tan ejecutiva, que solo me importaba lo mio, debo confesar que esa mirada y esa voz me turbaron. Como pasaba siempre por esa esquina, un día me sincere conmigo misma. Quería verlo de nuevo. Muchas veces el sonido de la bocina del auto de atrás me avisaba del cambio de luz del semáforo. Era como si un impulso, un anhelo que no comprendía, me decía que lo buscara. Después de varios días, por fin lo vi. Estaba parado al lado de una muchacha con un niño de meses en los brazos. Era muy joven y estaba tan sucia como él. Tome la decisión de hablarles, de preguntarles cosas, de porque estaban allí y el niño porque no asistía a la escuela. Busque un lugar donde estacionarme y me baje del auto apresuradamente. Cuando me acerque, la muchacha me miro con extrañeza, como quien mira  a un fantasma. Bueno allí comenzó mi interrogatorio. Primero le pregunte tonterías  para que no desconfiara. Me dijo que tenía veinticuatro años y el niño ocho. Nunca más vio al padre. Victima ella misma de la gran tragedia social que afecta a gran parte de la sociedad, quedo huérfana muy pequeña, quedando al cuidado de una tía paterna y gruñona y un tío abusivo y borracho que la maltrataba. Nunca fue  a la escuela. Se crió prácticamente en la calle, donde la sobrevivencia y buscar un bocado de comida es la prioridad fundamental,  sin importar los medios que para ello se requiera. Cuando quedó embarazada su tía la botó de la casa. Con un niño no había cabida para ella allí. Desde ese momento su calvario se agudizó aun más. Después que el niño nació se fue a vivir con una señora que conoció en el hospital donde dio a luz. Era un ranchito, en una invasión, muy lejos del centro de la ciudad. Poco a poco se fue convirtiendo en una indigente, en una pordiosera pidiéndole dinero a cualquiera. Le mire la cara y vi sus ojos brillantes. Sé que le daba vergüenza llorar. Casi teníamos la  misma edad. Se llamaba Lucia. Le pregunté por el otro niño, -el que tenía en los brazos- y me dijo que no era suyo, que se lo prestaba una vecina para que se rebuscara y compartiera con ella lo que conseguía. -¡No ve que cuando a una la ven con un bebe casi siempre le dan algo! ¡Dios mio!-pensé- de cuantas tonterías nos quejamos, de los zapatos que no podemos comprar, de adquirir el último modelo de móvil, y de tantas otras cosas. Ahora la que tenía un nudo en la garganta y a punto de llorar era yo. Como puede alguien vivir así, bueno esto no es vida, es una tortura, un castigo muy grande. Le di algo de dinero y le prometí ayudarla.  Me dijo que siempre estaba por allí, pero moviéndose ya que el policía de la esquina la regañaba y le decía que no estorbara el paso de los vehículos. Y  así religiosamente todos los días ella me esperaba, casi nos hicimos amigas. En el corto intervalo de espera del semáforo, me contó muchas cosas, de sus vivencias. El sufrimiento que reflejaba su rostro me partía el alma. Me dijo que le hubiese gustado ser maestra. Antes de llegar le compraba pan, galletas y alguna que otra chuchería para Abel José. Le insinué de la manera más diplomática que pude, que se aseara un poco, era muy bonita y no merecía estar en esas condiciones. Dijo que en el ranchito donde vivía no había agua, tenían que comprarla y era muy cara. Me encariñe con el niño y hasta lo comenté en el trabajo. Era tanta la atracción hacia él, que mis compañeros me jugaban bromas y me decían que tuviera mis propios hijos. Transcurrido un tiempo, una mañana al llegar al semáforo no los vi. Los busque insistentemente con la mirada y no estaban. Les habrá pasado algo-pensé-. No me dio tiempo de preguntar, cambio la luz y tuve que seguir. Pase todo el día nerviosa y malhumorada. Al otro día lo mismo. No estaban. Empezaba seriamente a preocuparme. A los tres días estacioné  el auto más adelante, donde pude. Me acerque al policía y le pregunte por Lucia y el niño. No sabía dónde estaban. Pero me comentó que una patrulla pasó por allí y los agentes le dijeron que se quitara del semáforo sino la pondrían presa. Ya han pasado seis meses que no los veo. Sigo pasando todos los días por allí y miro a los lados con la esperanza de encontrarlos. Pienso que habrá sido de ellos, donde estarán  y siento un dolor punzante y una gran angustia en mi corazón.
Marzo, 2011


  
AMANECE
Amanece,
en mi existencia
aun dormida
en mi pasado incongruente
de pesares y tristezas,
de letargos y amarguras.
Amanece,
como el resplandor
matutino de bríos
incontenibles.
Aun es tiempo
de pensar en el mañana,
de dar gracias  a la vida.
Aun tengo fe,
de  nuevos horizontes
de alegrías y bendiciones.
Amanece
Mayo, 2011




miércoles, 7 de octubre de 2015

LEJANIA
En la lejanía
tu recuerdo  me entristece.
Hoy nada es igual,
como quisiera que lo fuese.
El ayer perdido en lontananza
hiere mis entrañas
como lanza aguda.
Quien pudiera
detener el tiempo
en el pasado
y vivir de nuevo lo soñado,
perderse en el azar
y llegar al sitio más deseado.
Avanzada estoy en el camino,
sin recorrer lo debido.
Tristeza, ausencia, letargo
soy y no existo.
Miro el poder, miro la gloria
y nada aun.
Dolor del ayer trivial,
ansiando volver a él
y renacer lo añorado.
Volver a ser yo
en un pasado cercano.
Hay tiempo aún,
todavía hay esperanza
de ver el triunfo.
Y en un mañana cercano
llorar lo aún no llorado.
¡No comprendí!
La banal existencia
me arrastro detrás de ella
y lo deje partir.
Se fue con el invierno
tras la blanca mariposa del verano.
Febrero  1990













martes, 6 de octubre de 2015


INCONGRUENCIAS

Aturdida,
incapaz de pronunciar
palabra, con el pensamiento
detenido en un círculo constante.
¿Qué pienso? No lo se
estoy anclada en una angustia
sin salida.
Tengo miedo,
no puedo expresar lo
lo que anhelo.
Sola estoy, triste,
pesimista, sin coordinar
lo que deseo.
Pero luego recapacito,
hay una luz radiante,
cristalina, que me inunda
el espíritu hasta las entrañas.
Tengo esperanza
tengo fe.

Junio  2000







ADORMECIDA                       

Larissa caminaba descalza
por la desierta playa
de  arenas blanquecinas.

Miraba  el infinito
y sus grandes ojos negros
llenos de lluvia y angustia
solo veían la tristeza del ocaso
y el vaivén del oleaje.

Sintiendo aquellos
granos de arena
pequeñísimos penetrando
sus pies mojados
que le producían
una sensación indescriptible
entre desasosiego y paz.

No pensaba,
solo sentía la brisa
hiriéndole la cara
y el olor penetrante
a mar llenando
sus pulmones.

Recostó su cansado
y aletargado cuerpo
sobre una roca inmensa,
mientras el sol era apenas 
ya un pequeño
semicírculo ardiente
perdido en el horizonte.

septiembre 2011

 



sábado, 3 de octubre de 2015

PROPÓSITO DE VIDA

Dios tiene un plan para cada uno de sus hijos. Fuimos hechos a imagen y semejanza de él. Todos nacemos con un propósito. Y él nos va dando las pistas a través de cada encarnación. A todos se nos ha dado una tarea que debemos cumplir. Nuestro deber es hacerlo. Pero muchas veces nos dejamos llevar por nuestra parte humana –la personalidad o ego– que nos domina la mayoría de las veces dejando de lado nuestra parte divina, la que nos advierte siempre cuando cometemos errores que  daña a los demás y a nosotros mismos, porque la Ley es muy clara, “con la vara que mides, serás  medido.”Esta es la ley del boomerang, de Causa y Efecto que es infalible y se cumple inexorablemente, tengamos o no conocimiento de ella. Si nos dejáramos llevar por nuestra intuición o parte Divina, que nunca se equivoca, cuantos males se evitarían en nuestro planeta. A través de la historia, desde las sociedades primitivas hasta la actualidad, hemos visto que todos los gobernantes, llámense reyes, príncipes, presidentes, primer ministro u otro nombre cualquiera, tienen un principio y un fin. Es ley. Lo que muchas veces desconocen esos personajes, es que a ellos se les ha dado la potestad de realizar una tarea específica  que deben y tienen que cumplir en beneficio de sus semejantes. Si no la cumplen “se acarrearan grandes tribulaciones”. Es momento propicio para recordar las palabras de Jesús el gran Maestro de Nazaret, en el Evangelio de Juan  cuando el Gobernador Poncio Pilatos, confundido e  intranquilo, al ver a la turba que le decían “Crucifícalo, Crucifícalo” le dijo estas palabras: “Sabes que tengo el poder de crucificarte o dejarte libre”. A lo que el Maestro le respondió: “No tendrías ningún poder sobre mí si no se te hubiera dado desde lo Alto”. Estas palabras de un contenido veraz y sabio nos ratifican que hemos nacido con un propósito, un plan divino maravilloso que está en nuestra mente y que es en esta lucha entre lo humano y divino, el bien y el mal donde solemos caminar por el sendero incorrecto. El tiempo de la cosecha es ya. Los segadores ya están preparados, la siembra está en su punto. No  queda tiempo ya para aplazarlas. Si por error esta cosecha no es recogida a tiempo y se pierde, tendremos que volver a sembrar y esperar el próximo tiempo que no sabemos en qué condiciones vendrá, si habrá inundaciones, terremotos, sequía y otros factores que la afecten. Estemos alertas  no vaya a ser que el Señor llegue y nos consiga dormidos.
Nancy Aguilar Quintero

Maracaibo, abril 2012

MARGINADOS

  La primera vez que lo vi, tuve que mirarlo dos veces para saber si era niño o niña. Era tanta la confusión de su vestimenta unisex, un p...