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miércoles, 26 de agosto de 2015

AÑORANZA


AÑORANZA.
 
En las alas del olvido
te lance un día a volar.
Un día de primavera
tan triste, tan fugaz.
Te vi partir cual ave
que en su peregrinar
busca ansiosa un refugio
para poder amar.
Triste y sola me quede,
y en mi soledad
ansiaba que volvieras
para no irte jamás.

Nancy Aguilar Quintero
Mayo 1983 

domingo, 16 de agosto de 2015

CUATRO POEMAS ESCRITOS EN MOMENTOS DE ANGUSTIA.(escritos en mis años de juventud)



AMARGA SOLEDAD
Cuando te vas,
tú tan distante,
me quedo sola,
con mis ansias
reprimidas.
Y cuando vuelves
encuentras mi amor eterno
que con un beso
te dará la bienvenida.
Me quedo sola, amor,
con tu recuerdo
y mi tristeza,
que a la par, juntas,
son mis eternas
compañeras.
Algún día,
no muy lejano,
quizás comprenderás
mi gran amor por ti.
Algún día
Entre los muchos
que vendrán.
La tristeza será mi
compañera.
Algún día
Doblaran las campanas
Sintiendo pena
por un amor que murió
Y que  nunca volverá.

DESCONSUELO
Estoy triste, no sé por qué,
mi alma esta desgarrada
por el dolor, dolor punzante,
inconsolable.
Te busco a ti, mi Dios
y no te encuentro,
o quizás piense
que no te he encontrado
porque no te busco
como debe ser.
No sé como amarte, Señor.
enséñame el camino de tu verdad,
que encuentre a tus verdaderos
seguidores.
No sé si soy buena o mala
me siento triste y sola.
Ayúdame, Dios mío,
quiero que seas mi única verdad.
Ansiada busco nuevos horizontes
que me lleven a ti, Señor.
Hastiada estoy de la mediocridad
de mi existencia.
Busco grandezas,
busco tesoros para mi espíritu
que gime y llora por ti.
Mi alma, seca como flor marchita,
espera las primeras lluvias
para renovarse
para elevarse a ti.
Estoy sola, en la inmensidad
de la multitud.
Solo tú darás consuelo
y tranquilidad a mi alma
enloquecida por la angustia
y el torbellino de la vida.

LEJANÍA 
En la lejanía
tu recuerdo  me entristece.
Hoy nada es igual,
como quisiera que lo fuese.
El ayer perdido
en lontananza
hiere mis entrañas
como lanza aguda.
Quien pudiera
detener el tiempo
en el pasado
y vivir de nuevo lo soñado,
perderse en el azar
y llegar al sitio más deseado.
Avanzada estoy en el camino,
sin recorrer lo debido.
Tristeza, ausencia, letargo,
soy y no existo.
Miro el poder, miro la gloria
y nada aun.
Dolor del ayer trivial,
ansiando volver a él
y renacer lo añorado.
Volver a ser yo
en un pasado cercano.
Hay tiempo aún,
todavía hay esperanza
de ver el triunfo.
Y en un mañana cercano
llorar lo aún no llorado.
¡No comprendí!
La banal existencia me arrastro
detrás de ella y lo deje partir.
Se fue con el invierno
tras la blanca mariposa del verano


AÑORANZA
En las alas del olvido
te lance un día a volar.
Un día de primavera
tan triste, tan fugaz.
Te vi partir cual ave
que en su peregrinar
busca ansiosa un refugio
para poder amar.
Muy triste me quede,
sola y en mi soledad
ansiaba que volvieras
para no irte jamás.

                                        
                                            





                                                    

sábado, 15 de agosto de 2015

SIN PODER ESCRIBIR
Ya hace dos meses que estoy aquí en Panamá. Los cumplí el día 20  y todavía no tengo World en mi laptop. Aparte que no la entiendo bien no puedo escribir como yo lo deseo. Tengo que estar haciendo esto en borrador de mi correo porque no se manejar el programa que se llama World online. Me cuesta toda esta tecnología. Quisiera que alguien con un poco de paciencia me enseñara. Quizás si los cursos en Maracaibo hubiesen continuado. Pero los quitaron y fuimos varios los que nos quedamos sin terminar el curso. Allí aprendí muchas cosas de World y Power point pero si no lo practico se me olvida. Bueno en esto estoy .Ya le dije a mi nieto de Maracaibo que me comprara el cd para ver si mi hijo Jesús  por fin me lo instala.

‎23-‎05-‎2015




REENCUENTRO



El primer día de primavera, en aquella capital turística, los periódicos narraban en primera plana un suicidio bastante extraño. Todo comenzó una década atrás, cuando ya el maquillaje y los ejercicios no tapaban lo que el tiempo, con su crueldad nefasta, dejaba aflorar con beneplácito y burla en el bello rostro y cuerpo de Amelie. Sentada solitaria, en aquel bar bohemio, sosteniendo en sus manos una taza de café negro sin azúcar, y un croissant que el mesero, como un ritual, le servía cada tarde. Miraba absorta a las personas que por allí pasaban, recordando cuando era feliz, codiciada y aplaudida. Las vicisitudes de la vida, habían dejado su huella y Amelie no supo en qué momento empezó esa soledad que le corroía el alma y el pensamiento. Y es que la soledad no solo se lleva porque no tienes compañía, sino por todas las circunstancias que acarrean a ella. Algunos transeúntes que pasaban la recordaban y veían en su rostro lo que su alma gritaba, pero nadie la escuchaba. La miraban, sonreían y cuchicheaban entre sí con un gesto que denotaba lástima y asombro a la vez. No en vano fue la actriz de teatro más solicitada y admirada de todo el país. Se quedó sin amigos, unos murieron y otros se marcharon de su vida. Solo Carmen, la señora que se encargó por años de vestirla y cambiarle los trajes en el teatro, envejecida ahora como ella, la visitaba más por solidaridad y caridad que por amistad. Amelie se lo agradecía en lo más profundo de su corazón, pensando que al menos alguien se preocupaba de ella. Por las noches se agudizaba su tristeza y desamparo. Figuras espectrales de antiguos pretendientes y admiradores se presentaban sin aviso en la fría habitación del hotelucho, donde era huésped permanente. Vivía allí por caridad. Los dueños le tenían consideración y respeto porque fueron asiduos visitantes de sus presentaciones en el teatro, cuya edificación, era hoy un monumento más a la desidia y al abandono. Los pensamientos se agolpaban en su cabeza y no conseguía el hilo de regreso para constatar el comienzo de su decadencia. ¡Cómo deseaba volver al pasado y ser joven y hermosa otra vez! Y es que los humanos somos ingratos, cuando estamos en la cúspide son todo amores y alabanzas y si caemos ni siquiera los conocidos nos saludan si por casualidad los tropezamos en la calle. Una tarde llegó al bar un poco más temprano y en el preciso momento que iba a ordenar, la vio pasar. Al principio no la reconoció. Estaba en la plenitud de su juventud, con una sonrisa en su hermoso rostro. No le dio mucha importancia pensando que eran ideas suyas. Al otro día llegó con el pensamiento fijo de verla otra vez. Pero ese día no pasó. Las tardes se hicieron eternas. Su rostro adquirió de pronto una placidez encantadora. Ya la angustia y ansiedad no oprimían su pecho. Deseaba verla otra vez. Y así pasaron varios días, hasta que llegó el momento anhelado. Allí venía ella, por el bulevar, con su cabellera rojiza, ondeando al viento y ese caminar cadencioso que la caracterizaba. Qué radiante se veía, con el vestido floreado, uno de sus preferidos y esos zapatos de tacones altos llamativos que todas las miradas voltearon para verla. Preciosa y hermosa como cuando tenía veinte años. Ya nunca más volvería a estar sola. En un impulso la llamó y ella volteando le obsequió su más tierna y bella sonrisa. Sus miradas se abrazaron al reconocer su pasado y presente. ¡Cuanto había esperado este momento crucial! Ahora las penas y sinsabores de los últimos años desaparecieron. Su esencia estaba allí. Ya nadie la miraría de reojo y disimularían al verla. Tardó unos segundos en reaccionar y comprender lo que pasaba. ¡Allí estaba ella! Hermosísima. Se levantó de la silla y caminó presurosa a su encuentro. Ya nunca más se separarían. Al otro día, cuando los periódicos reseñaron la noticia, muchos no podían creerlo. Una de las actrices de teatro más famosa de todos los tiempos se había suicidado lanzándose del puente que cruzaba el río. Pero lo que más asombró y consternó a los habitantes de aquella ciudad fue que varios testigos aseguraron a las autoridades que vieron a dos personas lanzarse. Dos mujeres. Creyeron que eran madre e hija por su gran parecido. Pero lo más misterioso y que nunca se supo con certeza fue que la más anciana vestía ropa de actualidad y la más joven llevaba un atuendo sacado de una revista de moda de hace muchos años. Un verdadero misterio.

Ciudad de Panamá, 27 de mayo de 2015



FELICITACIONES A MI HIJA DIANELA .

MISIVA A MI HIJA DIANELA EN SU CUMPLEAÑOS N° 26
Hoy el Señor  te concede un año más de vida  junto a tus seres queridos. Te amo  con toda mi alma y corazón. Le pido a Dios que ilumine tus     caminos  y te conceda  toda la felicidad que mereces, ya que eres  una persona de sentimientos  nobles, estudiosa y trabajadora  que  constantemente  y con esfuerzo tratas de superarte  cada día más.  Pronto darás un paso más en tu vida. Compartirás con la persona  que tu escogiste un nuevo sendero  que será de bendición  y alegría para todos los que te amamos y te llevamos dentro de nuestros corazones. Sé que Dios me concederá  la dicha de verte feliz y dichosa  logrando  cada día las metas que te has propuesto. Y con cada logro  que alcances me sentiré orgullosa de ser tu madre. Feliz cumpleaños  hija y que el Señor te bendiga.

Diciembre 06 de 2014


MARGINADOS

  La primera vez que lo vi, tuve que mirarlo dos veces para saber si era niño o niña. Era tanta la confusión de su vestimenta unisex, un p...